21 de octubre de 2017
Convocados por la Comisión Provincial de Familia
Amigoniana nos hemos encontrado en el Colegio de Santa Rita miembros
pertenecientes a todos los grupos que conforman esta gran Familia.
De todos nos es conocido cómo por parte de los
Consejos Generales de nuestras Congregaciones de Hermanas Terciarias Capuchinas
y Religiosos Terciarios Capuchinos, se programó el día 17 de octubre como fecha
para celebrar la fiesta de la Familia Amigoniana, coincidiendo con el
nacimiento de nuestro Padre Fundador, Luis Amigó.
La Comisión Provincial, a la hora de realizar la
programación de las actividades para
este trienio, convino señalar como día en el que se pueden celebrar los
encuentros de los diversos grupos amigonianos, el tercer sábado del mes de
octubre, así como dividir la Provincia en tres zonas, dado que un encuentro
nacional es prácticamente inviable. Una Zona norte que ampararía a todas las
casas del norte que pudieran acudir, la Zona de Valencia para todos los grupos
allí erradicados más Hellín y la Zona de Madrid para los grupos de este
entorno. Al haber algunas presencias en lugares apartados (Agarimo, Dos
Hermanas, Alemania, Costa de Marfil, Benín) se acordó que estos Centros de
presencia lo realizaran a nivel local.
Llegado el día 21 y habiendo sido convocados para las
11 de la mañana, nos fuimos acercando al Colegio de Santa Rita para participar
en este encuentro con el ánimo de no cerrarnos en nuestros grupos de
procedencia, sino dispuestos a abrirnos a todos los demás participantes. Todos
quedamos sorprendidos por el número de asistentes. Ni los más optimistas
acertaron. Fuimos 215 participantes, miembros de todos los grupos, tanto de las
Hermanas como de los Religiosos, que
componen esta gran Familia. Unos más conocidos por su larga historia y otros
más nuevos pues incluso todavía está por definir su nombre. Allí había Hermanas
Terciarias Capuchinas, Religiosos Terciarios Capuchinos, Zagales, Juvam,
Cooperadores Amigonianos, miembros del Movimiento Laical Amigoniano,
Voluntarios, Familiares de Religiosos, Alumnos, Exalumnos, Profesores,
Educadores, miembros de la Asociación Amigoniana, Feligreses, Amigos de la
Congregación y el grupo de nueva creación definido como Proyecto de Vida
Amigoniana. Todos teníamos algo en común: nos sentíamos unidos en “alguien” que
nos es común a todos, Luis Amigó, y este año de una manera especial al
celebrarse el 25º aniversario de la Declaración de Venerable por parte de San
Juan Pablo II.
El primer acto tuvo lugar en el Teatro-Capilla del
Colegio. José Ignacio Trueba, sirviéndose de una presentación de PowerPoint,
fue narrando la historia de esta Familia y los grupos que la componen, desde el
nacimiento con la fundación de las Hermanas hasta nuestros días. Cada vez que
un grupo era nombrado, uno de los miembros de dicho grupo insertaba su logo en
una maceta preparada con el emblema de la Familia Amigoniana.
Finalizado este primer momento, se le dio la palabra a
la Hermana Milena Prete TC, quien en una exposición con título “Padre Luis nos
reúne” nos expuso los puntos que a continuación y desde una síntesis realizada
por ella misma, copiamos tal cual:
«La ponencia se ha desarrollado sobre el “SER HERMANO”
del Padre Luis y como eso puede ayudar la “familia amigoniana” a vivir sus
relaciones interpersonales, ha tenido como colofón de fondo el espíritu
franciscano del cual el padre Luis era un profundo conocedor y fiel cumplidor.
Al finalizar la charla se proyectó el vídeo “Somos
amor”, canción adaptada en sus imágenes al compromiso de los grupos
amigonianos. Acabada la proyección
tuvimos media hora de descanso, tiempo que aprovechamos para realizar la
fotografía del grupo.
El tercer tiempo lo dedicamos a la celebración de
la Eucaristía. La lectura de la Palabra nos centró en los objetivos de la
convivencia: somos miembros de un mismo
cuerpo en el que Cristo es la cabeza; pertenecemos a un mismo rebaño, la
Iglesia, en el que Cristo es el Buen Pastor que da la vida por todas sus ovejas
y nos envía, desde el legado de Luis Amigó, a ser zagales del Buen Pastor. El
Padre Elkin, que presidía la Eucaristía, animó desde una sencilla homilía
adaptada a niños, jóvenes y adultos, el mensaje de la Palabra unido al carisma
y misión de toda la Familia amigoniana. Resaltó la importancia de este año
donde celebramos el Decreto de Venerabilidad del P. Luis.
Las ofrendas fue un momento muy participativo de la
asamblea. Se ofreció la lámina de Zagaloli, las Constituciones de las dos
Congregaciones religiosas, un cuadro de Luis Amigó, el Carácter propio de los
Colegios y Centros amigonianos, la maceta con todos los logos de los grupos
amigonianos y el pan y el vino.
La Eucaristía estuvo muy animada por el Coro de la
Misa de niños, con canciones muy apropiadas a la ocasión y amenizada en la
última canción por un grupo de monitores que, desde el baile contagiaron el
ritmo y dinamismo a toda la asamblea. El padre Elkin, cual rey David del siglo
XXI, no pudo evitar el salir a bailar y se lanzó, desde un sentido del ritmo
inigualable, a animar la participación de toda la asamblea en esta forma de
expresión corporal.
Y después de la Misa… ¡la mesa! Si durante todo el día habíamos
compartido la vida, la fe, la alegría,
en este momento compartimos además los alimentos. En un clima fraterno todos
pusimos en común lo que llevábamos y nos demostramos que el milagro de la
multiplicación de los panes y los peces es de principiantes ya que se puede
realizar fácilmente si todos estamos dispuestos a compartir lo que tenemos y
somos.
Como todos habíamos puesto lo mejor que teníamos al
servicio de los demás, la convivencia fue un éxito total dejándonos con ganas
para el encuentro del año próximo. (Día 20 de octubre de 2018, tercer sábado
del mes)
Eran las cuatro y media cuando, recogido el comedor y
las dependencias que habíamos utilizado, nos fuimos despidiendo con ganas de
repetir la experiencia y agradeciendo a la Comunidad del Colegio de Santa Rita
su acogida y atención.
LA
COMISÓN DE FAMILIA AMIGONIANA
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